jueves, 9 de mayo de 2013

El secuestro del mando de la tele, o como dejarnos sordos por vender detergente.

Hace un tiempo escribí una carta a Antena 3 por la puñetera manía que tienen (en general, no solo Antena 3) de subir el volumen de nuestros televisores cuando entran a publicidad.

El caso de Antena 3 me hace hervir la sangre sobremanera porque realmente tienen una programación buena, especialmente desde que se hicieron con La Sexta y Xplora, pero se pasan los derechos de los telespectadores por el forro con sus 6 minutitos de publicidad. Si a eso le añades que te tienes que empotrar a la pantalla para oir algo y de repente la onda expansiva del subwoofer te arroja al aparador en cuando entra la publicidad, pues te dan ganas de decirles cuatro cosas.

Yo concretamente les envié esta carta. Hace ya tiempo que lo hice y como veo que ni siquiera se dignan en contestar, al menos la compartiré con vosotros para vuestro entretenimiento. Si quereis, podeis reenviarsela, ya que dejo la dirección y todo.

Y sin más, la carta...


Clica en el enlace para seguir leyendo...




Para: puebloconectado@antena3tv.es

Buenos días:

Acabo de ver el programa de "Salvados" de esta semana, titulado "el cliente perfecto" y me ha resultado esclarecedor... hasta el punto de querer empezar por aquí.

Normalmente, soy asiduo espectador del canal La Sexta vía On Line, ya que no siempre puedo ver mis contenidos preferidos cuando quiero y valoro muchísimo la capacidad de poner en pause una reproducción, pero principalmente, valoro el no tener que tragarme de seguido tanta publicidad (que les recuerdo que por normativa europea debería limitarse a 12 minutos por hora). Sin embargo, tanto en televisión como especialmente On Line, como es mi caso, tengo una queja o sugerencia que me gustaría hacerles.

Cualquier usuario que esté viendo uno de sus programas, regula el volumen de su televisor/ordenador a un nivel en el que pueda escucharlo o pueda oírlo. Yo, personalmente, tengo problemas de audición y vivo con otras personas, por lo que disfrutar del audio se convierte en una lucha constante entre entender lo que dicen y molestar a los demás... pero aun así, consigo un punto intermedio. Claro, que esto es hasta que llega el momento de la publicidad, en el cual da la impresión de que ustedes mandan al Troll del volumen y pone el sonido a toda castaña, de tal manera que compite en volumen con los gritos de los que se quejan en casa... amen del susto que nos meten, a mi incluido, que es monumental.

No tengo ni idea de por qué hacen eso, ya que por mi parte, tal vez aparezcan productos que me llamarían la atención y consideraría, pero es difícil tener una percepción positiva de ellos cuando te inducen la mala ostia en el cuerpo, amén de que no puedes analizar el producto que te ofrecen al estar ocupado maldiciendo e intentando activar el botón de bajar el volumen.

Así pues mi sugerencia es, publicidad si, vale ¿Que abusamos un poco? No pasa nada, mejor si es menos porque a veces es ridículo y provocan también esa sensación pero bueno, pero el volumen...

El volumen es otra historia. Eso es realmente molesto y en ocasiones he dejado de ver un programa por lo insostenible de la situación. Realmente acabo cogiéndole manía a los productos que anuncian por esos métodos. Regulen el volumen de la publicidad para que se equipare al de los programas que emiten, porque de lo contrario empujarán sin necesidad a mucha gente a usar canales no oficiales como Youtube o Vimeo, donde esto no pasa o pasa mucho menos. Solo el volumen, me conformo con eso...

Espero que tengan en consideración mi sugerencia.

Un saludo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu entrada me toca los huevos porque...