Razones por las que el PP debería dimitir pero no lo hará.

La cosa está candente.

El circo mediático de Bárcenas ha explotado y lo ha hecho de mala manera. Tras semanas con la sombra de la sospecha sobre el Partido Popular y mas negativas por parte de este que las le hizo el apostol a cristo, salta la bomba.

El periódico "El País" publica el día 31 de Enero un artículo demoledor con un archivo manuscrito en el que aparece la supuesta contabilidad oscura del PP. El Partido Popular responde tirándose al suelo y untándose de barro mientras grita dolorido en pleno ataque de victimismo que es todo una conspiración, que los documentos son falsos, etc... todo esto, a pesar de que varios cargos del PP ceden ante la presión y confiesan haber recibido algún "préstamo" que otro, cosa que le explota a Mª Dolores de Cospedal en plena rueda de prensa.

De Rajoy no se sabe nada hasta dos días más tarde. Es entonces cuando da explicaciones y todo el mundo espera un posible anuncio de dimisión... que ingenuos!!

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Rajoy se "presenta" en la sala de prensa en forma de pantalla de plasma (como lo oís), desde la que emitirá una declaración y en la que de ninguna de las maneras responderá preguntas de la prensa a pesar de la gravedad de la situación. En esta comparecencia, se limita a insistir en la estrategia del victimismo y reitera que hay un complot para hundir al Partido Popular, que nunca ha cobrado un duro en negro, que si quería ganar dinero se habría quedado como registrador (de locos) y que, como prueba irrefutable de su inocencia, someterá a una auditoría interna y externa al partido y presentara su declaración de la renta y patrimonio, que como todos sabemos son muy "útiles" cuando se trata de demostrar el registro de dinero no registrado (Sarcasm mode/on).

Hablamos de un partido que, para empezar, tiene el record absoluto de casos de corrupción en España. Esto es así desde incluso antes de presentarse a las elecciones, pero como en España somos así de gilipollas, les votamos. Esta es la primera razón por la que no solo deberían dimitir, sino que ni siquiera deberían haberse presentado a las elecciones. Como aquí en este país, somos tan inteligentes, les dimos mayoría absoluta.

Más motivos para dimitir. A Mariano Rajoy solo le falta casarse con su primo el científico para incumplir completamente su programa electoral. Este gobierno ha ganado las elecciones desde la más absoluta de las mentiras y se ha escudado en la supuesta emergencia excepcional de la situación. Lo primero de todo, cabe decir que el PP no es nuevo en el congreso y tiene la misma información o más que el propio gobierno cuando estaba en la oposición, por lo que de antemano sabía lo que iba a hacer y mintió con premeditación al presentar un programa electoral que no solo no iba a cumplir, sino que es además el opuesto al que anunció. Lo segundo es que cuando en su día defendía que no se subiera el IVA o que no se recortara en sanidad, educación o las pensiones, o cuando se opuso a la amnistía fiscal, lo hizo alegando de que eran medidas contraproducentes que agravarían la crisis, pero ahora las implementa como soluciones cuando dijo que eran perjudiciales. Eso, en mi tierra, se llama ser bipolar.

Seguimos. Cuando, tras estafar a todo un país y dar este pseudo golpe de estado, la gente se manifestó en la calle pacíficamente, se mandó a la policía. Esta policía, se ha demostrado que tenía elementos infiltrados entre los manifestantes, y se ha demostrado que los propios infiltrados atacaban a sus compañeros antidisturbios para provocar las cargas, que posteriormente se volvían indiscriminadas y afectaban a todo manifestante, pacífico o no. Si hubieran coloreado las imágenes de las manifestaciones del 68 en plena dictadura franquista, no hubiéramos notado la diferencia.

Aparte de esto, también ha habido una persecución legal. Se ha pedido la documentación indiscriminadamente y se ha multado sevéramente a manifestantes por ejercer un derecho constitucional fundamental, sin el cual la democracia pierde su nombre. Esto incluye el que ahora se consideren delito acciones que antes no lo eran, como la resistencia pasiva, que se situa al nivel de atentado contra la autoridad y se pone al mismo nivel que un terrorista. El gobierno, antes que dejarse vencer por la presión social, ha decidido reprimirla por completo. Obviamente, no está obteniendo resultado.

Según las últimas encuestas, el PP ha caido en intención de voto de una forma brutal y se situa a décimas del PSOE, que al contrario de lo que pudiera parecer, también ha caido bastante. Concrétamente, han pasado de un 46% a un 23% de intención de voto, lo que supone 50 escaños menos en el congreso. Un daño tan grande a la representatividad debería ser comprobado en las urnas, pues según las encuestas, es enorme la cantidad de gente que ha retirado su confianza a este partido.

La cosa sigue, porque también hay que tener en cuenta el enorme conflicto de intereses que tienen un muchos asuntos. El principal de todos es el de la sanidad, en especial la madrileña, y la valenciana también, por más que tenga unos cuantos años ya.  Porque es muy feo descubrir como la sanidad pública pasa a manos privadas cuando, si haces los cálculos bien, resulta que sale mucho más caro pagar a una empresa privada que además solo mira el beneficio económico, pero más feo es descubrir que los mismos que venden la sanidad, forman parte de las empresas que la compran.

Eso abre muchas sospechas, pues la decreciente calidad de la mejor sanidad pública del mundo, ya puede explicarse con mucha más facilidad si se tiene en cuenta que se hace a propósito, con la intención doble de, por un lado, convencer a la gente de que la sanidad pública es mala cuando nunca ha sido así, y por otro lado, de devaluarla artificialmente y arruinarla para autovendersela ellos mismos por cuatro duros.

Por último (porque la memoria ahora no me llega para más, que seguro que me dejo algo), el actual tema de los sobres. Rajoy no entiende que debería dimitir, no porque sea culpable, lo cual es algo que determinará un juez, sino porque el país no confia en el. Basta la sombra de la sospecha para quitarlo de la silla, ya que no se trata de juzgarlo, sino de tenerlo en cuarentena ante el riesgo que supone.


Ahora bien, sabemos todos que no va a dimitir.

No va a dimitir por varias razones. La primera de todas es porque no tiene sentido de la honradez, la cual es normal que sea escasa cuando no has tenido ningún problema en aceptar cobros en negro y poco después vas voceando a los demás por intentar ganar algo de dinero extra aparte del subsidio de 400 euros.

La segunda razón es que cobran un sueldo, y no tienen ningún motivo para renunciar a el, salvo el moral, que poco les importa.

La tercera es muy importante, y es que ellos controlan el cotarro. Desde el gobierno han criminalizado las protestas y han indultado a delincuentes amigotes suyos. Gracias a ellos, los delitos fiscales de miles de millones pueden prescribir a los cuatro años a sabiendas de que el aparato judicial tarda cinco en procesarlos, como consecuencia de que cuando los pillan ya es tarde. Si no estuvieran en el poder, se arriesgan a que el gobierno entrante cambie las leyes y los persiga.

Ya por último, no van a dimitir porque nadie les va a obligar. El pueblo puede gritar mucho por la calle, pero no existe en España una turba capaz de entrar en manada para colgarlos a todos en la Cibeles. En Europa no tienen potestad para tirar a un presidente de otro país salvo que les estén tocando el bolsillo o necesiten expropiarle sus recursos naturales. Y el resto de fuerzas políticas del país... o están vendidas o no tienen poder para hacer absolutamente nada. Ni tan siquiera tienen voluntad para hacerlo los militares, que mientras cobren su sueldo como mercenarios no se van a despeinar... y el rey ni lo menciones, que si Rajoy está sucio, el mataelefantes ni te imaginas... mejor no moverse no sea que salga borroso en la foto, por lo que tampoco espereis que haga nada.

Así pues, esta es la situación. Aguantarán el tirón hasta que a la gente se le pase el cabreo y seguirán jodiendonos poco a poco, mientras nos siguen robando y riendose de nosotros. De momento no espero una revolución, la cual si no ha pasado ya no creo que pase... a no ser que salgan a matarnos personalmente, que es lo único que les falta.